PABLO MARTIN LAZARE

domingo, 12 de septiembre de 2010

LA INTERVENCIÓN ES EL RESABIO DE UNA ÉPOCA CAVERNARIA GRIFFIN DEBERÍA CONOCERLO

LA INTERVENCIÓN ES EL RESABIO DE UNA ÉPOCA CAVERNARIA
GRIFFIN DEBERÍA CONOCERLO

Por más que el titular del INAES Patricio Griffin insista en que sería fundamental recuperar “el poder de policía” del organismo para mejorar la fiscalización de cooperativas y mutuales, no puede disimular con declaraciones rimbombantes, que la falla mayúscula se encuentra en la deficiencia de su estructura administrativa. Tiene muchísimos empleados, pero puede inferirse que los calificados no están en los lugares que realmente deberían ocupar. Y es allí donde está el “agujero negro”.

No es con intervenciones del estado como se pueden mejorar las usurpaciones o malos manejos de algunas entidades de la economía social, sino con un mejor monitoreo y mayor seguimiento de las acciones y actividades mutuales.

En el año 2002, cuando las mutuales consiguieron, luego de mucho tiempo y gran empeño, lograr que el Instituto quedara sujeto al poder judicial para intervenir alguna entidad, el sector lo consideró un verdadero logro. Había detrás mucha impotencia, expoliación y sufrimiento movimientista.

HAY COSAS NO CIERTAS

No fueron los interventores nombrados por el Instituto en tiempos del menemismo, los únicos responsables de los abusos de esa facultad. Eran simplemente enviados especiales del presidente-interventor del organismo, para robar. Eran simples mandaderos, que recaudaban para la corona.

Y nadie puede negar el período negro que vivió el mutualismo, cuando MUCHÍSIMAS entidades mutuales de varias provincias, fueron fundidas por esos ladrones enviados por el mandamás del entonces INAM.

Tampoco resulta creíble que en algún Congreso Mutualista se haya suscripto un acuerdo para recuperar esa facultad de intervención directa.

¿Qué Congreso fue? ¿Quiénes integraron las comisiones? ¿Cuándo se consultó a TODO el sector por este tema? O solamente “pusieron el dedo” los amigos del poder…

Alguna vez, hace varios años, en Mendoza, en un Congreso que hizo FEDETUR, Griffin en su discurso mencionó, diría por primera vez, este tema. El repudio fue general e inmediato. Desde entonces, y de vez en cuando, el titular del INAES hace mención de lo que denomina “esta necesidad”. E indefectiblemente, tiene al mutualismo en contra.

Como diría un prestigiosísimo profesional hace unos años “la intervención es el resabio de una época cavernaria”.

No es necesaria la intervención, insistimos, para que el organismo “pueda trabajar” cómo Griffin lo dijo en una nota que se ha publicado en diversos portales y medios.

HABRÍA QUE USAR LA CABEZA

Resulta ilógico pensar que un solo organismo estatal pueda fiscalizar miles de mutuales y miles de cooperativas, más aún cuando hay ineficiencia e ineficacia a granel.

Debería dividirse la fiscalización de cooperativas y mutuales.

Hemos insistido en este tópico varias veces, y no somos los únicos que así lo pensamos. Incluso ya existen planes elaborados en vista a las próximas elecciones gubernamentales.

La cuestión estaría en conversar y evaluar esta posibilidad.

Hace poco tiempo, un calificado profesional me escribió diciendo “Cooperativas y mutuales son personas jurídicas perfectamente complementarias, con campos definidos de actuación. Lo que hace falta (en el INAES) son funcionarios con la preparación técnica suficiente como para poder ocuparse de unas u otras, según sea necesario. El problema se genera por la falta de personal debidamente preparado y no será solución aumentar la estructura burocrática del estado”.

Quien así escribió, estaba en desacuerdo con la división expuesta precedentemente. Pero en ningún momento dijo que no se podía evaluar la posibilidad. Y allí está la inteligencia.

Graciela Ortiz

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