PABLO MARTIN LAZARE

jueves, 6 de mayo de 2010

JERARQUÍA PARA LA CARRERA ADMINISTRATIVA - SINEP

El Estado plagado de clientelismo, de contratos basura, de falta de controles y por todo ello ineficiente, sirve a los fines de un ejercicio abusivo del poder, pero no cabalmente al interés de la comunidad.
Creemos en el rol activo que debe cumplir el Estado como impulsor de la economía y en la distribución equitativa de los ingresos, en el afianzamiento de la Justicia, en la defensa de los derechos del trabajo, en la preservación del medio ambiente y de los consumidores, así como mejor proveer a la Seguridad y la Asistencia Social.
Para esos fines resulta imprescindible el aporte de los trabajadores del Estado, que deben ser jerarquizados mediante un régimen de cursos y de ascensos por mérito determinantes de una carrera administrativa y de ingreso a la administración pública que no dependa del gobernante de turno.
En este sentido es ponderable la aprobación del SINEP pero es indispensable cumplir con los principios básicos rectores de la carrera administrativa.
"un sistema técnico de administración de personal que tiene por objeto garantizar la eficiencia de la administración pública y ofrecer igualdad de oportunidades para el acceso al servicio público, la capacitación, la estabilidad en los empleos y la posibilidad de ascenso". La carrera administrativa debe garantizar el sistema de la meritocracia porque tiene que asegurar el acceso ciudadano a los cargos públicos en igualdad de condiciones y el derecho a permanecer en ellos con base en los méritos y calidades profesionales de los interesados y no en las recomendaciones, generalmente políticas, que puedan presentar.
Lo contrario del sistema de carrera es el spoil system (despojo) de los norteamericanos, conforme al cual los cargos del Gobierno deben ser para quienes ganan las elecciones. En Argentina así ocurre bajo el nombre de clientelismo (Hay que tener presente que el fenómeno de la corrupción es hijo del clientelismo político)

El fundamento del sistema de méritos inscribe la igualdad de todos frente a la posibilidad de poder acceder a cargos y empleos públicos, sin embargo esta no garantiza el concurso por méritos, pues el patronazgo puede hacer uso de este principio para llevar quizá a alguien incompetente, ineficiente y corrupto. Es aquí cuando urge la presión de la opinión pública para retirar este funcionario y preferir la puesta en marcha del sistema de mérito.
Desde este blog pretendemos humildemente hacer nuestro aporte para que la opinión pública se involucre en estos temas, sin por ello esquivar la responsabilidad gremial que nos cabe en lo que a Veedurías y búsqueda de la TRANSPARENCIA se refiere cuando los “benditos” y demoradísimos concursos finalmente comiencen a implementarse evitando y/o denunciando el tráfico de influencias para que resulten ganadores personas que ya tenían garantizada su vinculación antes de presentarse al concurso mismo