PABLO MARTIN LAZARE

sábado, 16 de septiembre de 2023

UN BUEN SOLDADO DE JESUCRISTO



 2 Timoteo 2:1-13


Un buen soldado de Jesucristo

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. 10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. 11 Palabra fiel es esta:

Si somos muertos con él, también viviremos con él;

12 Si sufrimos, también reinaremos con él;

Si le negáremos, él también nos negará.

13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel;

Él no puede negarse a sí mismo.

domingo, 10 de septiembre de 2023

El rito de la Misa - CATOLICISMO ROMANO NO ES CRISTIANISMO




La Doctrina Católica enseña:

En la misa se renueva el sacrificio expiatorio de Cristo, aunque no en forma cruenta, y por lo tanto se vuelve a realizar en cada acto litúrgico la obra de nuestra redención.

La Biblia enseña:

No hay texto en la Sagrada Escritura donde se nos inste a que repitamos el sacrificio expiatorio de Cristo, ni siquiera en forma simbólica.

«Que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo (Cristo) una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo» (Hebreos 7:27).

«Pero ahora, en la consumación de los siglos, (Cristo) se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado» (Hebreos 9:26).

Aclaramos que la participación del pan y la de la copa, la santa cena, es un recordatorio de la muerte de Cristo a nuestro favor. Y se instituyó para que los cristianos no nos olvidemos de que nuestra salvación depende solamente de ese único sacrifico (el pago de nuestros pecados), hecho una vez y para siempre. Tal consideración es lo que nos motiva a los creyentes a adorar a Dios en espíritu y en verdad. «Haced esto en memoria de mí» (Lucas 22:19), fue el mandamiento del Señor Jesús para su Iglesia.

CRISTO VIENE PRONTO Y YO ME VOY CON EL