PABLO MARTIN LAZARE

jueves, 19 de septiembre de 2019

viernes, 13 de septiembre de 2019

MARÍA LA MADRE DE JESÚS A LA LUZ DE LA BIBLIA

María, la madre de Jesús era una mujer quien fue descrita por Dios como “muy favorecida” (Lucas 1:28). La frase “muy favorecida” viene de una palabra griega, que significa esencialmente “mucha gracia”. María recibió la gracia de Dios. La gracia es “un favor inmerecido”, significando que es algo que recibimos a pesar del hecho de que no lo merezcamos. María necesitaba de la gracia de Dios, al igual que el resto de nosotros. María misma comprendió esta hecho, al declarar en Lucas 1:47, “Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.” María reconoció que ella necesitaba ser salvada, que ella necesitaba a Dios como su Salvador. La Biblia nunca dice que María fuera otra cosa que una humana ordinaria, a quien Dios eligió utilizarla de una manera extraordinaria. Sí, María era una mujer justa y favorecida (con gracia) por Dios (Lucas 1:27-28). Al mismo tiempo María también fue un ser humano pecador, como todos los demás, que necesitaba a Jesucristo como su Salvador, al igual que todos los demás (Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23; 6:23; 1 Juan 1:8).
María no tuvo una “inmaculada concepción” – no hay una razón bíblica para creer que el nacimiento de María fue otra cosa que un nacimiento humanamente normal. María era una virgen cuando dio a luz a Jesús (Lucas 1:34-38), pero la idea de una virginidad perpetua de María es anti-bíblica. Mateo 1:25, hablando de José, declara, “Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús.” La palabra “hasta” indica claramente que José y María tuvieron una unión sexual después del nacimiento de Jesús. José y María tuvieron varios hijos juntos después de que Jesús nació. Jesús tuvo cuatro medios-hermanos; Jacobo, José, Simón, y Judas (Mateo 13:55). Jesús también tuvo medias-hermanas, pero no se mencionan sus nombres o el número de ellas (Mateo 13:55-56). Dios bendijo y favoreció a María dándole varios hijos, lo cual en esa cultura era una clara indicación de la bendición de Dios hacia una mujer.
Una ocasión en que Jesús estaba hablando, una mujer de entre la multitud exclamó, “Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste” (Lucas 11:27). Nunca hubo una mejor oportunidad para que Jesús declarara que María era en realidad digna de alabanza y adoración. ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” (Lucas 11:28). Para Jesús, la obediencia a la Palabra de Dios era MAS IMPORTANTE que el ser la mujer de quien nació. En ninguna parte de la Escritura Jesús, o alguien más, dirige alguna alabanza, gloria o adoración a María. Elisabet, la pariente de María, alabó a María en Lucas 1:42-44, pero su alabanza estaba basada en el hecho de que María daría a luz a Jesús. No estaba basada en ninguna gloria inherente en María.

María estuvo ahí en la cruz cuando Jesús murió (Juan 19:25). María estuvo con los apóstoles en el día de Pentecostés (Hechos 1:14). Sin embargo, María nunca vuelve a ser mencionada después del capítulo uno del libro de los Hechos. 1). En ningún momento los apóstoles le concedieron a María un papel prominente. La muerte de María no está registrada en la Biblia. Nada se dice de María acerca de su ascensión al cielo, o siendo de alguna forma exaltada en el cielo. María debe ser respetada como la madre terrenal de Jesús, pero no es digna de adoración. En ninguna parte indica la Biblia que María puede escuchar nuestras oraciones, o que puede ser mediadora para nosotros ante Dios. Jesús es nuestro Único abogado y mediador en el cielo (1 Timoteo 2:5) Si se le hubiera ofrecido alabanza, adoración, u oraciones, María hubiera dicho lo mismo que los ángeles: “¡Adora a Dios!” (Apocalipsis 19:10; 22:9) María misma establece el ejemplo para nosotros, dirigiendo su alabanza, adoración y glorificación solamente a Dios, “Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones, porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre” (Lucas 1:46-49).

MENSAJE FINAL A MIS AMIGOS CATÓLICOS: La Iglesia Católica es una Iglesia Apostata (la Gran Ramera) y la Biblia manda a salir de ella: Apocalipsis 18:4 Reina-Valera 1960 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;


miércoles, 4 de septiembre de 2019

ECUMENISMO: UNION CON EL CATOLICISMO es el CAMINO A LA RELIGION DEL ANTICRISTO

Un católico regular, necesita ser salvo, así como un musulmán, un judío, un testigo, un mormón, un ateo, un evangélico nominal, etc. ¡Todo hombre precisa de la salvación, y esta sólo viene por gracia, por medio de la fe en Jesucristo, y sin añadiduras! (Ef. 2: 8, 9)

La solución no vendrá en forzar una unidad a como de lugar, siguiendo el GRAN FRAUDE ECUMÉNICO - camino ineludible a la apostasía - sino en hablar la verdad de la Biblia, y así permitir que el Espíritu Santo redarguya y convenza a todos aquellos a los que amamos, pero que están fuera del Camino, aunque se consideren dentro.
Jesucristo dijo que el Camino es Él mismo, y no una institución religiosa que dice ser la única suya, pero que no lo es, es decir, Roma. Si el católico quiere conocer al verdadero Dios, deberá recibir a Cristo (Jn.1:12), tal y como Cristo así lo estableció, y tal instrucción es la Biblia, sin añadiduras (es decir, la “Tradición conciliar católica”).
¡Sola Gratia!¡Sola Fide! ¡Solus Christus! ¡Sola Scriptura! ¡¡SOLI DEO GLORIA!!
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, y Yo os recibiré” (2 Corintios 6: 14-17)
Amigo católico lee esto: “Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Ap. 18: 4, 5)



martes, 3 de septiembre de 2019

SATANÁS EXISTE, ES REAL





La Biblia nos da una clara descripción de quién es Satanás, y cómo afecta nuestras vidas. Sencillamente, la Biblia define a Satanás como un ser angélico caído de su posición en el cielo por pecar y que ahora está diametralmente opuesto a Dios, haciendo todo lo que está en su poder para desbaratar los propósitos de Dios para la humanidad.
Satanás fue creado como un ángel santo. Isaías 14:12 le da a Satanás el nombre de Lucero antes de su caída. Ezequiel 28:12-14 describe a Satanás originalmente creado como un querubín, y aparentemente como el más alto de los ángeles creados. Pero ante su posición y belleza él se volvió arrogante y deseó sentarse en un trono y ser semejante a Dios (Isaías 14:13-14; Ezequiel 28:15; 1 Timoteo 3:6). El orgullo de Satanás lo condujo a su caída. Nótense sus expresiones: “subiré; levantaré; me sentaré; subiré y seré...” en Isaías 14:13-14. Por su pecado, Dios echó a Satanás del cielo.
Satanás se convirtió en el gobernante de este mundo (que funciona apartado de Dios), como el príncipe de la potestad del aire (Juan 12:31; 2 Corintios 4:4; Efesios 2:2). Él es el acusador (Apocalipsis 12:10), el tentador (Mateo 4:3; 1 Tesalonicenses 3:5), y un embustero (Génesis 3; 2 Corintios 4:4; Apocalipsis 20:3). Su nombre mismo significa adversario o “el que se opone”. Otro nombre para Satanás, el diablo, significa “calumniador.”
Aunque fue echado del cielo, él aún busca elevar su trono sobre el de Dios. Él falsifica todo lo que Dios hace, esperando ganar la adoración del mundo y fomentando la oposición al reino de Dios. Satanás es el origen primario atrás de cada secta falsa o religión del mundo. Satanás hará cualquier cosa y todo lo que esté en su poder para oponerse a Dios y a aquellos que siguen a Dios. Sin embargo, el destino de Satanás está sellado con una eternidad en el lago de fuego (Apocalipsis 20:10).