PABLO MARTIN LAZARE

jueves, 28 de enero de 2010

CLIENTELISMO Y PATRONAZGO las dos caras de la misma moneda

El clientelismo supone la existencia del patronazgo, pues para poder orientar el sentido de determinado proceso de toma de decisiones de la esfera pública en beneficio de intereses particulares con la perspectiva de obtener beneficios electorales, tiene que existir una relación de jerarquía y lealtad entre los empleados públicos y las autoridades electas, de manera que la carrera de los burócratas dependa de su disciplina y lealtad respecto a los políticos
El clientelismo es una forma autoritaria de intermediación política, pues implica una
relación de reciprocidad asimétrica y una utilización de los bienes públicos con finesprivativos y excluyentes, de ahí que sea visto con malos ojos, pues se le considera un fenómeno que no corresponde a los presupuestos básicos de la democracia liberal, donde se supone que los partidos representan intereses y demandas agregadas de individuos que coinciden libremente con un programa orientado en términos generales por el bien social colectivo, entendido éste a través de la visión de una ideología determinada, en un entorno dónde la administración pública es profesional y relativamente neutra en términos políticos,
pues los criterios de selección personal se basan en el mérito y la evaluación del desempeño y no en la lealtad y la complicidad política.

En primer lugar, el clientelismo para operar necesita de una administración pública
altamente politizada y dependiente de los cargos electos, de manera que éstos puedan utilizar los bienes públicos en beneficio de intereses privados. Si la administración pública está basada en un spoil system (sistema de despojos) donde la distribución de empleo público depende de los gobernadores de los estados y del presidente de la república, entonces los funcionarios
públicos encontraran racional orientar los recursos y las políticas públicas hacia las
clientelas de su patrón político. Si, además, los castigos son débiles o difíciles de aplicar, entonces la conducta se desarrollará sin restricciones. En la medida en que la burocracia se vuelve autónoma, profesional y relativamente neutra, se establecen criterios precisos de aplicación de los programas y el sistema de procuración e impartición de justicia castiga a quienes usan políticamente recursos a su cargo, la capacidad de los políticos que aspiran a cargos de elección popular para utilizar los bienes públicos como moneda de cambio se reduce.

En conclusión, en la medida que se desarrolla una burocracia autónoma menos
susceptible de ser usada por los políticos en beneficio personal, en la medida en que existe un sistema jurídico eficaz para limitar la utilización de los bienes públicos en beneficio privado y en la medida en que los ciudadanos adquieren mayor información y quedan liberados de coerción para entrar en el intercambio clientelista, este pierde eficacia como estrategia política.

La oferta clientelista es una estrategia cara e ineficiente, en la medida en la que se
carece de medios eficaces para garantizar el cumplimiento del acuerdo ahí donde el voto es secreto y la elección está bien garantizada. De ahí que como estrategia para conseguir votos esté en remisión, aunque está lejos de haberse dejado de practicar. Todos los partidos incurren en este tipo de conductas, y en su práctica puede ocurrir que se neutralicen mutuamente y que sus efectos sobre los resultados finales de la elección sean imperceptibles. Una práctica ineficiente se puede mantener en el repertorio estratégico de los actores simplemente porque está a la mano o porque corresponde a una manera tradicional de hacer las cosas. No basta con que la eficiencia de la práctica sea baja para que ésta se abandone. Es necesario que la percepción de los actores se modifique y, sobre todo,
que deje de ser un recurso del cual se puede echar mano con facilidad.

1 comentario:

  1. La Coordinacion de Relaciones Institucionales que fue historicamente de un funcionario de carrera (primero Germán luego Margarita)y que es efectivamente un puesto que la Estructura Organica vigente (721/00) asigna a un funcionario de carrera, hoy esta siendo ocupado por un cargo POLITICO. Si, otro ejemplo del sistema de despojos. No es casual, es parte de un plan clientelar que se lleva "todo puesto"

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