El trabajo no es criar hijos perfectos, hijos que nunca pecan, hijos que no luchan contra la carne de pecado ... eso es irreal, una fantasía ficticia, una expectativa indebida que nunca se materializará en esta vida. Tus hijos son pecadores, pues tú, el padre del que proceden, también eres pecador.
¿Cuál es el deber del padre?
Con amor y verdad, disciplinar a tus hijos, corrígelos cuando se equivoquen, levantarlos cuando caen, y esforzarte, apegado del único Padre perfecto, el DIOS de los cielos, que antes de que pases de esta vida a la otra, la palabra de DIOS se haya arraigado tan profundamente en sus vidas, que aun en tu ausencia física, ellos seguirán el camino del Señor, en temor y amor.
Padres Cristianos: disciplinen, corrijan, instruyan, y sobre todo, amen a sus hijos ... no solos sus cuerpos dándoles alimento físico, no solo sus bolsillos proveyéndoles una educación y carrera que les de el sustento material, pero más importante que todo eso, proveyéndoles el único alimento que edifica el alma: la Palabra viva y eficaz del DIOS vivo. Repíteles las palabras de ese libro tan sagrado, que nunca pasará de moda, pues es la misma palabra del DIOS de todos los tiempos, inmutable y eterno.
El padre que hace esto, DIOS honrará y se encargará de bendecirlo a él y su posteridad. El padre que ignora y deserta de este deber, él y su casa, terminará en ruina.
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– "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo" (1 Timoteo 5:8).
Padres Cristianos: disciplinen, corrijan, instruyan, y sobre todo, amen a sus hijos ... no solos sus cuerpos dándoles alimento físico, no solo sus bolsillos proveyéndoles una educación y carrera que les de el sustento material, pero más importante que todo eso, proveyéndoles el único alimento que edifica el alma: la Palabra viva y eficaz del DIOS vivo. Repíteles las palabras de ese libro tan sagrado, que nunca pasará de moda, pues es la misma palabra del DIOS de todos los tiempos, inmutable y eterno.
El padre que hace esto, DIOS honrará y se encargará de bendecirlo a él y su posteridad. El padre que ignora y deserta de este deber, él y su casa, terminará en ruina.
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– "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo" (1 Timoteo 5:8).
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